Este lunes se realiza una concentración de ciudadanos del municipio Jiménez, que sale de la encrucijada Piolín hasta el frigorífico de El Hato, vía a El Tocuyo, para protestar contra la importación de cebolla, que amenaza con dejar sin trabajo a más de 20 mil personas en esa jurisdicción.
Juan Carlos Gómez, presidente de la Asociación Pro Desarrollo de la Cebolla (Asocebolla), manifestó su desacuerdo con las declaraciones dadas por el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, en el sentido de que es un “invento” la traída de 30 toneladas del mencionado producto desde Ecuador.
Igualmente consideró como una agresión contra los productores que ese funcionario los haya llamado “guarimberos”, porque estén decididos a defender la soberanía agroalimentaria del país y el empleo de campesinos, como consecuencia de la política de importación de rubros que se producen por tradición en nuestro país.
Gómez dijo que personalmente le entregó la documentación en la cual se comprueba la importación de la cebolla ecuatoriana y hoy nuevamente copia de esos documentos serán entregados al representante del mencionado organismo en Quíbor, Juan Alirio Villarroel.
Los quiboreños y vecinos de la capital de Jiménez se congregarán en la encrucijada Piolín, a la entrada de la población, para luego hacer un recorrido de aproximadamente siete kilómetros hasta el frigorífico de El Hato, donde esperan que Villarroel atienda sus reclamos.
Conviene resaltar que los productores han venido manifestando su descontento ante la llegada de más de mil sacos de cebolla importada de Ecuador, ya que si persiste esta situación el campo de Jiménez quedará asolado, ya que nadie sembrará ese rubro que, hasta ahora, abastece en el 80 por ciento a la población venezolana.
La importación de cebolla y otros rubros dejarán sin empleo a más de 20 mil personas que trabajan en el campo, indicó Gómez. Nosotros hemos demostrado que la cebolla importada llegó a tierras quiboreñas la semana pasada. Aún más: embolsada en sacos plásticos y se ha determinado que fue traída de Manabi, Ecuador, por la empresa Distribuidora Agroexport.
Más de mil sacos del producto mencionado están abarrotando los galpones ubicados en el municipio Jiménez para ser vendidos a los consumidores, a un precio que oscilará entre 11 y 13 bolívares el kilo.
No está demás decir que en estos momentos en el suelo jimenense se encuentran sembradas 3.000 hectáreas, con las cuales se asegura prácticamente el abastecimiento nacional de cebolla, razón más que suficiente para protestar este lunes, porque con la importación se está cercenando con el principio de la soberanía agroalimentaria, fortaleciendo la agricultura de puerto y dejando una estela de desempleo que afectará a miles de familias campesinas.
Mediante esta práctica oficial se le están inyectando millones de bolívares a la agricultura de Ecuador y otros países, fomentando la agricultura extranjera y agravando la espiral inflacionaria en Venezuela.
Fuente: La Patilla
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